Un mercado laboral difícil, un sector en crisis, ¿tu búsqueda de empleo anda de capa caída? ¿Estás planteándote seriamente en reconvertirte?
Decidirse por una reconversión puede tener múltiple motivos pero hoy día, cada vez más buscadores de empleo optan por cambiar de profesión para encontrar trabajo.
Cambiar de orientación no es una decisión que se tome a la ligera ya que implica un proceso que, en ocasiones, puede ser bastante largo. Inútil precisar que la motivación es uno de los factores clave del éxito de su reconversión.
A partir del momento en el que tu decisión es definitiva, es necesario que establezcas un plan de acción.
• Para empezar, haz un balance. Crea una lista con todas tus competencias, diplomas, puntos fuertes… Si tienes alguna pasión o alguna actividad personal, es el momento de añadirlas a esta famosa lista. Te gustan mucho los trabajos manuales, la jardinería o el bricolaje, ¿por qué no orientarte hacia estas profesiones? ¡Qué mejor que unir trabajo y placer!
• Cuando ya hayas plasmado todas tus ideas, es importante hacer un análisis del sector o de la profesión hacia la que deseas orientarte. No dudes en estudiar si el sector de actividad se porta bien, si contrata, si existen ofertas de empleo en tu zona geográfica…Después de todo… la decisión de reconvertirte fue en gran medida para encontrar trabajo, ¿no?
• Una vez que hayas recopilado toda esta información, tienes que preguntarte si es necesario formarte o no. En el caso de que el sector de actividad o la profesión deseada estén cerca de tus competencias actuales, es posible que una sencilla puesta a punto sea suficiente. Por el contrario, si tu puesto anterior y el deseado son radicalmente diferentes, seguramente debas realizar algunas gestiones para encontrar una formación que te permita llevar tu proyectoa buen término.
No dudes en dirigirte a organismos especializados que te orientarán y te ofrecerán buenos consejos que tal vez se te hayan pasado por alto.
Seguramente te toparás con obstáculos a lo largo del trayecto: familiares o amigos que no estén convencidos de tu elección, banqueros que te negarán el préstamo necesario para lanzarte, futuros reclutadores con reticencias para contratate...
Un único consejo: ¡no te dejes vencer por el desánimo!
Has pasado días, noches enteras pensando en ello, analizando la viabilidad de tu proyecto, tratando de anticiparte al máximo, así que piensa en positivo y mantén la motivación, ¡aunque no siempre resulte fácil!
¡Tu opinión nos interesa!